ORIGEN
Y EVOLUCIÓN
Es indudable que el desarrollo de toda
forma de escritura está relacionado con la cultura imperante del
contexto histórico en que se origina, cobrando así una
trascendental importancia. Y en el caso de la escritura Uncial, su
particular importancia radica en que surge en la antigüedad tardía,
momento crítico del mundo romano, entre la simbiosis del mundo
helenístico latino y cristiano y la fragmentación del mismo que va
dando paso a los diferentes reinos medievales. Al evolucionar la
escritura romana del sistema clásico al nuevo, se usaron tres tipos
de escrituras diferente (sin olvidar la pervivencia de la letra
capital), para los libros se usaba la semiuncial y uncial, mientras
que para los documentos se decantaban por la cursiva nueva. La escritura
Uncial destaca con unas características gráficas muy particulares
lo que la hace ta preciada dentro de la Paleografía latina, se trata
de una escritura mixta con mayúsculas y minúsculas, aunque estás
son minoritarias. Esta escritura tuvo una larga duración (ss.
III-VIII) y, conjuntamente con las escrituras capital y semiuncial,
fue fundamental para la transmisión de la cultura clásica hasta la
época medieval, así como la letra más utilizada para los texto y
la cultura en general cristiano-latina.
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Manuscrito en letra Uncial y Carolina. Fuente: www.ub.edu.
[Consulta: 25/12/2013].
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El
origen de su término es un poco difuso, algunos autores afirman que
la acuñación de este se debe más a su uso en el devenir de los
siglos que a la denominación, en sí, de un tipo de alfabeto, estilo
o formas gráfica en concreto. Varios estudios sugieren que, hasta el
momento, la primera vez donde aparece el término asociado con esta
escritura fue en el Libro
de Job de
San Jerónimo, aunque simplemente para disociar los códices más
solemnes de otros más modestos. Fue en el Nouveau
Traté de Diplomatique (1750-1765)
cunado se usó el término Uncial para designar un alfabeto y
escritura determinada, diferenciando ésta en su trazado y redondez
de la Capital y desde entonces el uso de dicho término sigue
vigente.
En
cuanto al origen histórico de esta escritura existe la hipótesis
greco-cristiano, como en el caso de Ludwing Traube (1861-1907,
paleógrafo y catedrático en la Universidad de Berlín de Latín Medieval), para quien el origen de la Uncial latina se encuentra en
la escritura griega, la cual fue elaborada para escrituras de textos
cristianos en África, y por lo tanto es una adaptación de ésta.
Estudios más rigurosos han determinado que efectivamente la Uncial
tiene, al menos, influencia de la mayúscula bíblica y de la capital
con formas más redondeadas, tomando como modelo la onza romana1.
La difusión del pergamino como soporte escriturario, así como la
aparición de la pluma determinó algunas de sus formas. Las
traducciones al latín de las Sagradas Escrituras en esta letra hizo
que su aceptación y difusión fuesen mayor.
Las
letras que conforman el alfabeto Uncial, en su mayoría, no tienen un
origen común ni su incorporación a dicho alfabeto tienen igual
datación, puesto que muchas de sus formas ya aparecen en fuentes
paleográficas anteriores a los códices unciales más antiguos, en
parte, esta circunstancia radica en que no surgió de forma homogénea
en todas las regiones del mundo romano. Ya en el siglo IV dicha
escritura alcanza una plena formación, la cual se irá
perfeccionando en los siglos precedentes. Las mayores exponentes de
la Uncial lo encontramos en obras como: De
re publica de
Cicerón; la copia en el siglo VIII de la Enarratio
in Psalmos de
San Agustín; el Codex
Vercellensis;
Las Décadas
de
Tito Livio; el Lateranensis,
entre
otras.
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Ejemplo de letra uncial. Fuente: Web fuentes paleográficas latinas.
[Consulta: 26/12/2013]
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En
el siglo VI se inicia la decadencia de esta escritura al sustituirse
el cálamo2
por la pluma de ganso que dificultaba desarrollar los trazos gruesos
y delgados que le son característicos, de este modo se
pasó del sistema bilineal3
al cuatrilineal4.
Dicha decadencia se acentúa en siglo siguiente con una marcada
irregularidad en sus formas y a la fragmentación de la escritura, lo
que hizo surgir tipos locales. Suponiendo el siglo VIII ya su total
decadencia, aunque por supuesto existen ejemplares de este siglo y
hasta del IX, cabe destacar, que se trata de imitaciones de modelos
antiguos.
1
Onza:
peso, medida y moneda de origen romano.
2
Cálamo:
parte de la caña, la cual es hueca, a la que se le hace un corte
oblicuo y se utilizaba para escribir en la antigüedad.
3
y
4
Sistema
bilineal y cuatrilineal: dos o cuatro lineas paralelas, el tamaño de
la letra es homogéneo.
BIBLIOGRAFÍA:
RIESCO TERRERO, ÁNGEL: Vocabulario
científico-técnico de Paleografía, diplomática y ciencias afines.
barrero&Azedo. Madrid, 2003, pgs. 432-433.
CONTRERAS NÚÑEZ, LUIS: Manual de Paleografía.
Fundamentos e Historia de la Escritura Latina hasta el siglo VIII.
Cátedra, S. A. Madrid,1994, pgs. 276-299.
NOVOA G., M. A.: Nociones de Paleografía. Torculo,
Santiago de Compostela, 1995-1997, pgs. 53-58.